Tenemos grabado en mente que hay de todo y variado, y que existe porque sí, y punto, se asume, y pasamos al punto siguiente. Pero hay veces que estaría bien pararse a pensar en qué me dice eso que estoy percibiendo, y voy a pararme a mirar desde alguno de los puntos que se me ocurren ahora:
Estudiando el iris de mis ojos podría saber cosas sobre mí salud que ni siquiera se han manifestado aún como síntomas o enfermedades.
Muy famosa la lectura de las manos, no solamente las famosas líneas, la forma, temperatura, ..., por ejemplo, el dedo meñique tiene que ver con la comunicación y las capacidades empresariales, a mayor longitud, mayor capacidad, y una curva grande en este dedo indica una tendencia a ser manipulador y deshonesto.
El lenguaje corporal tiene muuuuuchos matices, sólo observando la
postura de alguien habla del carácter y de la actitud, la distancia que
mantenemos con otra persona puede indicar si la considero más o menos
nociva para mi, el status de alguien, o el grado de interés que produce
uno a otro. Con la mirada se esquiva, se amenaza o intimida, y hasta se
puede deducir si alguien está recordando o inventando. El gesto de la
cara puede tratar de disimularse, pero incluso tratando de disimular
puede percibirse el estado emocional e incluso el carácter. Todo un
lenguaje subliminal.
La forma de hablar ya en sí es todo un mundo, porque el qué se dice no sólo da una información, sino que muestra qué es importante o en qué se pone la atención, y muestra mis creencias, la forma en que veo el mundo, y el cómo se dice habla de las intenciones y del estado actual.
Normalmente observar en los demás este tipo de cosas entretiene y puede ser revelador, pero, ¿qué tal si lo utilizo para saber algo más de mi? Teniendo en cuenta que "Como haces una cosa las haces todas", prefiero observarme a mí misma, que ganaré mas.
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