jueves, 20 de marzo de 2014

Ssssssssh!

       Una charla amena y de repente, ...., todo el mundo se calla. Alguien quizá comenta "Ha pasado un ángel", otro quizá se echa a reir, otro repentinamente empieza a moverse queriendo romper ese silencio, y casi todos buscan rápidamente algo que decir sobre cualquier tema porque aunque se está bien en esa compañía, el silencio se siente incómodo.

       ¿Qué tiene de especial esa falta de sonidos? que cuando todos se callan sólo se oye una voz: la que viene de dentro de uno mismo, y eso incomoda. ¿absurdo? entonces ¿por qué es incómodo?

       Parece que existe una obligación de hablar. Total..., para escucharme a mi mismo no necesito estar junto a nadie.

       Pero ese silencio contiene algo mas, que se quiere tapar rápidamente con palabras. Ese silencio, mantenido y con atención en él, permite que salga algo de dentro, quízá una intención, quizá el miedo a parecer aburrido, quizá la sensación de estar perdiendo el tiempo, o eso que me preocupa y no se cómo quitarme de la cabeza, ¡quien sabe!. Lo que sí contiene, si se le atiende un poco, es información sobre uno mismo, porque a cada uno le surge una cosa relacionada con su necesidad, con sus creencias, con su estado.

       Por probar... no hay nada que perder, y si de ahí puede salir algo ¿por qué no?

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