jueves, 15 de mayo de 2014

Perros que detectan cáncer

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Cinco perros entrenados lograron detectar cáncer de pulmón y de mama a través del aliento de los pacientes. Su nivel de certeza superó a la tecnología actual.

El perro puede ser el mejor amigo del hombre… y también el mejor asistente del oncólogo. Así parece desprenderse de un estudio realizado en Estados Unidos, donde cinco perros, entrenados durante sólo tres semanas, fueron capaces de identificar a pacientes con cáncer de mama y de pulmón con una certeza de entre 88% y 97%.

Gracias a su olfato privilegiado, los canes lograron incluso detectar tumores en etapas precoces, superando en exactitud a los escáneres más avanzados actualmente disponibles, y cuyo porcentaje de certeza oscila entre 85% y 90%.

La investigación, que se publicará en marzo próximo en la revista Journal of Integrative Cancer Therapies, fue realizada por la Fundación Pine Street, de California, un organismo dedicado a la investigación científica de terapias complementarias para pacientes con cáncer.

Certeza canina

La idea de que los perros pueden detectar tumores malignos fue postulada por primera vez en 1989 en una carta enviada a la revista científica The Lancet. En la misiva, dos médicos reportaban que llegó a verlos una mujer que consultaba debido a que su perro olía insistentemente una lesión en su piel. La herida resultó ser un melanoma maligno. A partir de entonces, otros médicos comenzaron a reportar experiencias similares.
Detrás de esta sorprendente cualidad canina hay un hecho científicamente comprobado: los tumores emanan bajísimas concentraciones de ciertos compuestos volátiles que el paciente exuda a través del aliento y la transpiración, y que no se encuentran en tejidos sanos.

Los cinco perros del estudio californiano -tres labradores y dos portugueses de agua- fueron entrenados para detectar dichos químicos de manera similar al entrenamiento que reciben los canes que detectan bombas.

El estudio, dirigido por el científico Tadeusz Jezierski, involucró a 55 personas con cáncer pulmonar y 31 con cáncer de mama, todos confirmados con biopsias recientes, pero que aún no iniciaban la quimioterapia.
En laboratorio, los perros debían oler tubos especiales en los que se habían capturado exhalaciones de los pacientes y distinguirlas de las exhalaciones de un grupo control integrado por 83 personas sanas. Por cada paciente, se tomaron entre cuatro y 18 muestras de sus exhalaciones.

Los perros lograron identificar las muestras de pacientes con cáncer con un promedio de 90% de certeza, incluso frente a tumores en etapa muy inicial. “Y no sólo lo hicieron excepcionalmente bien, sino que lograron resultados consistentes a lo largo de los cuatro meses que duró la investigación, la que involucró 12.295 tests”, indican los autores del estudio. Éste fue revisado por científicos independientes, que certificaron la calidad de la metodología y la seriedad de sus conclusiones.

Olfato infalible

Sin siquiera dudar, los perros pudieron incluso detectar a los pacientes con tumores después de que éstos habían comido alimentos muy aliñados o cuando acababan de apagar un cigarrillo o beber una taza de café.
Aunque el estudio californiano es sólo el punto de partida para otras investigaciones, su gran promesa está en la posibilidad de detectar precozmente los cánceres de pulmón y mama, que se cuentan entre los más mortales a nivel mundial.

“Con las técnicas disponibles actualmente, como el escáner multicorte, no se han logrado buenos resultados en la detección de este cáncer en etapas 1 ó 2 (cuando el tumor es pequeño y no se ha ramificado)”, explica el doctor Manuel Yáñez, oncólogo de Clínica Indisa y Fundación A. López Pérez.

Por lo anterior, en todo el mundo hoy se buscan fórmulas para obtener diagnósticos precoces de este cáncer, lo que mejoraría su pronóstico.

En el caso del cáncer de mama, dice el doctor Yáñez, las mamografías anuales después de los 40 años tienen una alta efectividad. Tan alta como la que lograron los perros del estudio californiano, sostiene Nicholas Broffman, director ejecutivo de la Fundación Pine Street.

El experto señaló a “El Mercurio” que “a futuro planeamos examinar detalladamente la química de los compuestos que exhalan los pacientes con cáncer, para así identificar de manera más exacta la presencia de esta enfermedad. Además, queremos ampliar el estudio a cáncer de ovario, debido a que este tipo de tumor es muy difícil de identificar en etapas tempranas”.

Broffman agrega que la institución que dirige no atiende pacientes, por lo que no planean ofrecer diagnósticos precoces usando perros, “pero podría llegar el día en que estos animales se empleen con ese fin o, incluso, podría llegar a desarrollarse una “nariz electrónica” que se use con el mismo objetivo”.

Fuente: somosnosotras.com

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