jueves, 30 de octubre de 2014

Falleció Masaru Emoto, el mayor estudioso del agua y su memoria


A sus 71 años, en las primeras horas del día 17 de octubre ha fallecido Masaru Emoto, conocido por sus controvertidas afirmaciones de que las palabras, oraciones, sonidos y pensamientos dirigidos hacia un volumen de agua influirían sobre la forma de los cristales de hielo obtenidos del mismo.



masaru-emoto

Este es el anuncio que fue publicado hoy en su página de Facebook: 

Queridos amigos de Facebook, 

Temprano en la mañana, Masaru ha fallecido mientras se encontraba en compañía de su esposa. 

Desde que se enfermó en Shanghai, ha recibido mucho amor y gratitud de sus queridos amigos alrededor del mundo. Él estaba muy feliz y animado de recibir tantos mensajes. 

Su última palabra fue «Arigato» (Gracias, en japonés). Creemos que su última palabra fue para ti y para todos. Un agradecimiento a todos Uds. Él solía decir «La vida es amor, un regalo de Dios y los padres; la muerte es agradecimiento para pasar a una nueva dimensión». Por lo que él está ahora en otra dimensión y continúa mirándonos con amor y afecto. 

Vamos a llevar a cabo su misión y difundir el poder del «amor y la gratitud». 

Gracias a todos por sus plegarias para el Dr. Emoto. 

A continuación y como homenaje póstumo al Dr. Emoto, les dejamos con un documental donde se demuestra cómo el pensamiento tiene el poder para influir sobre el agua.


 
A pesar que sus teorías y experimentos no han sido aceptados por la paradigmática comunidad científica tradicional, ha dejado un gran legado con su labor humanitaria, ecológica y espiritual. Sólo el tiempo y los avances tecnológicos que se hagan materia del estudio del agua, lo refutarán o probarán como el gran visionario que fue.


MisteryPlanet

lunes, 13 de octubre de 2014

¿Cuánto pesa una nube? (y por qué es importante preguntarlo)

Existen preguntas que, desafortunadamente, nos hacemos cada vez menos; se trata de interrogantes cuya magia no está en la respuesta, sino en el solo acto de hacerlas

16533301_m

       ¿Alguna vez te has preguntado cuánto pesa una nube? Y ahora que te lo pregunto, ¿qué opinas? ¿Crees que es un dato absolutamente irrelevante? ¿Crees que la sola pregunta es infantil, absurda? No importa la respuesta a ninguna de estas interrogantes, pero sí el acto de preguntarlo, y mucho.

       El cuestionamiento, la inquietud por saber, por entender, es sin duda uno de los instrumentos más útiles y apasionantes a disposición del ser humano; la curiosidad, el deseo de penetrar las cosas en busca de explicaciones. Pero tal vez lo realmente valioso en esta dinámica no son las virtuales respuestas que podamos ir generando, sino ese espíritu que nos lleva a preguntarnos –sobre todo cuando se trata de cosas cotidianas, cuya existencia y comportamiento ya damos por hecho.
       Pero regresemos a la interrogante inicial. De acuerdo con Peggy LeMone, investigadora del National Center for Atmospheric Research de Estados Unidos, lo primero que debes hacer para calcular el peso de esa nube que te coquetea desde arriba es calcular su densidad. Por ejemplo, una clásica nube cumulus tiene una densidad de medio gramo por metro cúbico. Luego hay que definir su tamaño, para lo cual, si te colocas donde puedas ver la nube justo entre tú y el Sol, entonces puedes medir su sombra. LeMone, quien utiliza para esto un odómetro, asegura que el tamaño promedio de una cumulus es de 1km de largo y al ser, por lo general, cuerpos relativamente cúbicos, entonces asumamos que ese mismo kilómetro lo tiene de altura. Así que, en este caso, el ejemplar promedio tendría un volumen de alrededor de mil millones de metros cúbicos. Ya teniendo la densidad y el volumen podemos calcular cuánta agua está contenida en esa nube, lo cual, en nuestro caso, serían 500 mil kilos. Es decir, cuando te colocas debajo de una nube suave y acolchonada, básicamente tienes arriba de ti 500 toneladas de agua.
Screen Shot 2014-07-15 at 1.00.29 AM

       Ahora que ‘sabemos’ cuánto pesa una nube, seguramente nuestra vida no cambiará mucho con este dato. Quizá lo olvidemos mañana, o su memoria termine barrida por la próxima lluvia. Sin embargo, el simple hecho de habernos sumergido en este ejercicio es, creo, un tanto revitalizante. Hay preguntas que en realidad no tienen respuesta, o que más allá de responderlas parecen diseñadas para hacernos reflexionar, para destilar nuestras vivencias en forma de metáforas que a la vez mutan en más preguntas y, eventualmente, terminamos platicándonos nuestra existencia de forma distinta –por ejemplo los koans. Y muchas de estás interrogantes son las que, de inicio, podríamos considerar como más infantiles o menos relevantes.
       ¿Dónde nace exactamente una ola? ¿por qué, a veces, aparece la Luna de día? ¿cuando vemos una estrella, estamos viajando en el tiempo? ¿por qué los rayos de luz son siempre rectos? ¿puede un gato matar a una persona? ¿qué son las figuras de colores que vemos al cerrar los ojos tras haber visto directamente una luz? ¿por qué aúllan los perros a la Luna; ven fantasmas?
 Twitter del autor: @ParadoxeParadis 

domingo, 5 de octubre de 2014

Científicos vendan los ojos de sujetos por 5 días: estas son las alucinaciones que reportaron

13 participantes de un experimento científico reportaron salvajes alucinaciones de luz cuando les vendaron los ojos por cinco días

558105_175572615931613_931338287_n

Casi cualquier cosa que altere el funcionamiento normal de nuestros cinco sentidos puede provocar alucinaciones. Cinco minutos bajo el agua sin oxígeno, dos minutos viendo este video de ilusión óptica o un minuto frente a la Máquina de los sueños prueban que no es necesario tomar sustancias estimulantes para que nuestra realidad se distorsione o se derrita. De hecho, la alteración de la conciencia por medio de la luz es un fenómeno inmemorial que se ha usado para producir alucinaciones o visiones sagradas, pero, ¿que hay de la ausencia total de luz?

En un estudio científico llevado a cabo hace poco más de una década a 13 sujetos les vendaron los ojos por cinco días, y 10 de ellos reportaron haber tenido increíblemente extrañas alucinaciones; casi todas, paradójicamente, tuvieron que ver con luz.

Por cinco días, los sujetos usaron una venda de ojos especialmente diseñada y se les pidió que grabaran sus experiencias diarias en una grabadora manual de casete. Después del primer día comenzaron a surgir toda clase de alucinaciones que iban desde Elvis Presley hasta luces fantasma y triángulos de fuego. Los resultaron claramente indican que la privación visual rápida y total es suficiente para inducir alucinaciones visuales en sujetos sanos.

Estas son algunas de las alucinaciones que se reportaron:

Sujeto 1: Un hombre de 23 años reportó ver imágenes, así como rayos de luz. Vio siluetas de un rompecabezas que, mientras él se movía, “se transformaba en figuras amorfas”. Al día cuatro vio un triángulo con puntos en cada uno de los vértices y una gran “X” con una luz brillando debajo.

Sujeto 2: Un hombre de 34 años reportó múltiples alucinaciones que ocurrían mientras escuchaba el Réquiem de Mozart. A veces, cuando oía la música, la silueta de un cráneo lo volteaba a ver a los ojos. Otras, veía a una señora muy vieja mirándolo a los ojos con amenaza, que luego se transformaba en el rostro de un ratón. El hombre también experimento “imágenes de luz de estrobo” que iban y venían a lo largo de los cinco días.

Sujeto 3: Una mujer de 29 años reportó ver destellos de luz a las 24 horas de estar con los ojos vendados. Al día siguiente reportó ver plumas de pavorreal resplandecientes y edificios de luz.


tumblr_n85kgcxO5t1sht10qo1_500Al parecer, la privación de luz produce alucinaciones de luz. Su ausencia se convierte en una presencia fantasma cada vez más insistente. Si bien las máquinas de fotoestimulación son lúdicos aliados para la psiconáutica, la completa anti-fotoestimulación produce resultados semejantes. Así, la próxima vez que te aburras porque tu realidad es demasiado “cruda”, en lugar de buscar algún estimulante sensorial o psicoactivo prueba vendarte los ojos. Además, estarás desarrollando el resto de tus sentidos y en ello seguro se esconden gratas sorpresas.

Pijamasurf